Sendero Luminoso, la historia del Perú y el
porvenir del senderismo
(A propósito de una huelga senderista en el
profesorado peruano)
Por JOSE RAMOS
BOSMEDIANO
José Ramos Bosmediano, Profesor de Filosofía
y Ciencias Sociales, ex Secretario General del SUTEP (Perú), miembro de la Red
SEPA (Canadá), fundador del Frente Popular de Loreto (Perú)
Actualmente asistimos en el Perú a una nueva "huelga de
profesores" bajo la dirección de Sendero Luminoso, iniciada el 20 de junio
en las regiones de Cusco, Puno, Lambayeque, Apurímac, Ancash, Huancavelica,
Ucayali y Junín. Se trata de una huelga de profesores entre comillas porque es
parcial en las indicadas regiones y mucho más parcial si comparamos el Perú con
sus 26 regiones, con el agravante de que en Lima, donde se concentra la tercera
parte del magisterio peruano en actividad, no hay ninguna paralización. Pero
debe considerarse también las comillas porque la organización que dice
representar a los maestros peruanos, el CONARE, no es un sindicato sino una
simple fachada política de Sendero Luminoso y su brazo político denominado
MODADEF, cuya existencia tiene, como único objetivo, la liberación de Abimael
Guzmán Reynoso y el grupo de senderistas condenados y presos por crímenes de
lesa humanidad, además de otros delitos, exactamente condenados por uno de los
motivos de carcelería de los ladrones y criminales Alberto Fujimori y Vladimiro
Montesinos. Así como pretenden participar en las elecciones generales, también,
desde el plano sindical, sus objetivos son las reivindicaciones políticas de
sus jefes. Las reivindicaciones que los maestros peruanos reclaman son, para
los senderistas, mera coartada.
Una pequeña historia de los absurdos
infantiles de Sendero Luminoso en los gremios
Para quienes hemos confrontado con Sendero Luminoso en el plano de las
ideas, sobre todo al interior del Sindicato Único de los Trabajadores en la
Educación del Perú (SUTEP, fundado en 1972), la conducta actual del senderismo
no es una novedad. Siempre ha jugado al radicalismo infantil, en el sentido
marxista de la frase (Marx, Lenin y Mao), de tal manera que sus propuestas de
paros o huelgas siempre pretendían adelantarse en las fechas a las que se
aprobaban en los eventos del sindicato.
Asimismo, cuando se discutía el desenlace o finalización de cada huelga,
los senderistas señalaban que para suspenderlas habría que conquistar todo el
Pliego de Reclamos, de manera que, para su absurda concepción de la táctica,
todas las huelgas del SUTEP han sido traicionadas. Pero nunca han calificado de
traicionadas las huelgas de sendos sindicatos de la clase obrera donde ellos,
hasta 1988, ejercían la dirección, pues finalmente perdieron esos gremios y
estos dejaron de funcionar porque sus huelgas eran de duración infinita: los sindicatos "luchaban tanto"
que, al final, desaparecían de la escena.
Es también un buen ejemplo de su conducta la mostrada cuando se suspendió
la huelga magisterial de 1978 con la firma de un Acta de Compromiso según la
cual la dictadura de Morales Bermúdez aceptaba el cumplimiento del Pliego de
Reclamos del SUTEP y los dirigentes senderistas que integraban el Comité
Nacional de Lucha estaban de acuerdo con esa negociación SUTEP-Gobierno; sin
embargo, cuando el régimen incumplió su compromiso, Abimael Guzmán dio la
directiva para que sus huestes califiquen como traidores a los dirigentes del
SUTEP bajo la Secretaría General de Horacio Zeballos Gámez.
Otro ejemplo: cuando me cupo ejercer la Secretaría General del gremio, la
propuesta senderista fue iniciar la huelga nacional indefinida de 1991
(consigna central de esa huelga magisterial: ¡PRIMERO SON LOS NIÑOS Y NO LA
DEUDA EXTERNA!) que ella debiera de realizarse desde el primero de marzo de ese
año frente a la anulación de los derechos de los maestros por el hasta entonces
gobierno constitucional del fujimorismo; es decir, proponían el absurdo de
empezar la huelga antes de la matrícula escolar, una circunstancia que hubiese
permitido al régimen enfrentarnos con más fuerza con los padres de familia y
facilitar el traspaso de estudiantes hacia las escuelas privadas, objetivo
fundamental de la privatización educativa que el fujimorismo preparaba desde el
shock del 8 de agosto de 1990.
Tanto durante la lucha del magisterio peruano por la conquista de una Ley
del Profesorado (Ley 24029) en 1984 como durante la lucha huelguística de 1990
para modificar y perfeccionar dicha Ley (se conquistó la ley modificatoria
25212 y un nuevo Reglamento), los senderistas, desde su "guerra
popular" y su "equilibrio estratégico", afirmaban que "la
ley no se come", demostrando no solamente su desprecio a las aspiraciones
de las masas trabajadoras, sino, principalmente, una ignorancia total sobre las
orientaciones estratégicas y tácticas de las fuerzas revolucionarias y progresistas
en la conducción del movimiento social, incluso cuando se trata de la conquista
de reivindicaciones concretas.
Es sintomático que el senderismo haya ido perdiendo presencia en el
magisterio y en el movimiento estudiantil universitario durante las décadas 1980
y 1990, precisamente cuando ellos afirmaban encontrase a las puertas de la toma
del poder, cuando lo que sucede en todos los movimientos revolucionarios
triunfantes es al revés: el movimiento de masas, en sus formas sindicales y
populares, es ganada a la lucha por el poder, se multiplica y expande hasta
convertirse en factor decisivo para acorralar a la clase dominante, se
convierte en reserva social para la lucha decisiva. Resulta que el senderismo,
cuanto más pregonaba el "equilibrio estratégico", más se aislaba de
los trabajadores, campesinos e intelectuales progresistas. Es que el senderismo
nunca fue una alternativa correcta para las masas; ni fue un partido
revolucionario marxista. Hasta el pensamiento de Mao estuvo puesto de barriga,
pues el revolucionario chino en ningún momento mandó matar a los componentes
del pueblo, tampoco a los de las clases dominantes, pues los que murieron
fueron quienes participaron en los combates, como producto del enfrentamiento y
no de decisiones salidas de una "necesidad" de matar, incluso a
componentes de fuerzas de izquierda no dispuestas a hacer suya la aventura
militarista del senderismo. Para Sendero Luminoso no había mejor heroicidad que
matar a personas indefensas, fuera del contexto de la lucha de clases entre oprimidos
y opresores. Desde esta concepción (la violencia purifica, diferente a decir
que constituye la partera de la historia) se explica las matanzas de Sendero
Luminoso, como las matanzas del Grupo Colina de Fujimori y Montesinos.
Desde principios del presente siglo el senderismo empezó a reactivarse
nuevamente en el SUTEP, especialmente durante la huelga nacional del gremio del
2003. Desde entonces empezó recuperar los escenarios que había perdido en la
confrontación con la fuerza política que tiene mayoría en la dirección del
SUTEP. No solo empezó a recuperar, sino a ampliar su hegemonía en aquellas
zonas. Tuvo a su favor la falta de un debate permanente, de un deslinde en el
seno de los maestros, en las bases. El senderismo dejó de asistir a los eventos
del SUTEP pero se concentró en las propias filas de los maestros, levantando
las aspiraciones de estos con la misma radicalidad con la que se luchó en la
década de los 70, 80 y 90 para unificar a los maestros y enfrentar a los dueños
del poder que se niegan a resolver los álgidos problemas económicos, sociales y
profesionales de los docenes peruanos. Cuando el diálogo se convierte en el
medio privilegiado de la relación con la patronal pero no produce más que una
larga espera, en los trabajadores se genera una comprensible decepción. La
prédica radical, aun cuando sea muchas veces descabellada y carente de una
orientación adecuada para la lucha sindical, encuentra recepción. Es lo que está ocurriendo hoy con la
orientación de Sendero Luminoso y su confrontación con la dirección del SUTEP.
Los factores favorables para el senderismo
El primero está en las profundas desigualdades económicas, sociales y
culturales que ocurren en el Perú, producto del capitalismo neoliberal que se
ha impuesto y que las clases dominantes consideran como el único modelo
posible, la clave del progreso, el desarrollo y la modernidad, concepción que
se ve con mayor claridad en el caso del Proyecto Conga en Cajamarca. Esta
desigualdad nos está arrastrando a una polarización social aunque con escasa
polarización política, pues no hay una fuerza opositora de izquierda capaz de
ganar a las más amplias capas de la población descontenta a posiciones de
izquierda que vayan más allá de las poses liberales socialdemócratas. En este
escenario el senderismo sigue apareciendo como una opción de lucha
"consecuente" para segmentos de trabajadores desesperados por su
situación de precariedad salarial, y mucho más cuando desde los gobiernos, la
prensa vendida y hasta cierta capa intelectual son injustamente vilipendiados y
culpados como autores de la actual crisis educativa. Si hay alguien que se
levanta contra este oprobio sin concesiones contra los opresores,
indudablemente puede ser no solamente
escuchado, sino considerado como "líder natural" para su lucha. Con
todas las absurdas orientaciones de Sendero Luminoso en el magisterio peruano,
está cumpliendo el papel que otras fuerzas no hacen con suficiente fuerza.
El segundo factor es el tipo de deslinde que la derecha desde el gobierno,
la prensa y otras instancias institucionales ha venido presentando para
combatir a Sendero Luminoso. Estos sectores, preocupados más por derrotar a los
sindicatos que luchan, ha tomado el enfrentamiento con SL como un medio para
sus objetivos antisindicales. Sus acusaciones a los gremios como infiltrados
por Sendero Luminoso y prueba, por tanto, de su ilegitimidad para representar a
los trabajadores, no ha hecho más que favorecer al senderismo, como cuando los
apristas durante la huelga magisterial del 2003 dieron cabida a Huaynalaya en
su propio local de Alfonso Ugarte por que los "sectarios" de
"Patria Roja" no les daban cabida en su local. En ese mismo deslinde
la derecha y ciertos dirigentes sindicales y políticos de izquierda creen
ingenuamente que derrotarán al senderismo acusándolo de "criminales",
sin definir bien que concepción les lleva a ese tipo de comportamiento. El
título del reciente libro del
antropólogo Portocarrero "Profetas del odio" puede describir
acertadamente la conducta senderista, pero da la connotación de la
unilateralidad en el análisis del problema, lo que se convirtió en un factor de
mayor cohesión de los senderistas. No se debe olvidar que las masas, cuando
buscan sus reivindicaciones, no se sujetan a los "escrúpulos" de las
clases dominantes ni de ciertos intelectuales "decentes" y
"académicos"; ellas siguen a los más dispuestos a reivindicarlos con
su lucha. Si el deslinde se hubiese dado, durante el lago período de fundación
y consolidación del SUTEP apelando a los insultos contra Sendero Luminoso, este
no hubiese sido arrinconado en el magisterio. Hoy parece que ha ganado más
cuerpo que en sus mejores años de actividad político-militar. Pero la derecha
es no solamente reaccionaria, sino torpe, pues en estos momentos viene
presentando en el Parlamento un proyecto de Ley para que los condenados por
"terrorismo" sean inhabilitados políticamente de por vida, lo que no
proponen ni para los ladrones del Estado ni para los narcotraficantes. ¡Cómo se
nota su miedo o su incapacidad para debatir con Sendero Luminoso!
El fracaso de Sendero Luminoso
Las revoluciones triunfantes son aquellas que se sustentan en una teoría
revolucionaria y en una práctica coherente con ella. Sendero Luminoso surgió,
qué duda cabe, como una fuerza con pretensiones revolucionarias, como toda
organización basada en el marxismo. Que su interpretación distorsionada de la
teoría le haya conducido a donde se encuentra hoy, es parte de las
contradicciones que ocurren entre la teoría y la realidad, entre las leyes
objetivas de la revolución y la equivocada percepción de esa realidad y las
propuestas para cambiarla.
Lo anterior se nota, inclusive, cuando se estudia las contradicciones entre
los dos principales partidos durante el proceso de la revolución francesa. Si
en ese proceso hubiesen dominado los girondinos con Mirabeau y no los jacobinos
con Rosbespierre, la revolución francesa no hubiese pasado de ser un
acontecimiento pasajero, episódico. Por algo en América Latina la única
revolución triunfante, hasta hoy, es la cubana, basada en la teoría de la lucha
de clases y el manejo de la estrategia y la táctica con mucha solidez
científica, marxista-leninista, como lo demuestra y explica Fidel Castro en sus
dos últimos libros: "La victoria estratégica" y "La contraofensiva
estratégica".
El senderismo se aferró, desde sus inicios, a la experiencia revolucionaria
de China bajo la orientación de Mao, en una realidad que podría haber tenido
similitudes en la composición de las clases con la realidad peruana de antes de
1970, pero que después esa realidad cambió con el derrumbe y derrota de los
terratenientes. Dogmáticamente el senderismo ha planteado una revolución
antifeudal como si el Perú no hubiese cambiado. Pero contrariamente a este
postulado su política de alianzas no se basaba en un movimiento campesino
organizado, ni su supuesto carácter de partido proletario tenía un sustento
real en la clase obrera. Peleó
contra todos y los militares le ganaron la partida organizando las
paramilitares "rondas de autodefensa". Carecía de amigos en la
izquierda porque todos eran "enemigos del pueblo", matando a sus
militantes.
Su concepción infantil, anarquista y militarista le llevó a la derrota, de
la cual pretende levantarse con los mismos métodos.
Su presencia en el SUTEP buscando "quitar" el sindicato a
"Patria Roja", es su único objetivo aunque diga defender los derechos
de los maestros.
El 29 de mayo Condori estuvo en el evento del SUTEP y, cuando la mayoría de
delegados aprobó el Paro Nacional para el 12 de junio, él decidió decretar la
huelga desde el 20 de junio. No tiene, pues, ninguna consistencia organizativa,
pues si se parte de los principios clasistas es incongruente incumplir con el
acuerdo de las mayorías (principio del centralismo democrático): anarquismo
puro.
Hoy se encuentra haciendo no una huelga del sindicato, sino propia, la de
Sendero Luminoso para buscar la libertad de Guzmán Reynoso y demás senderistas
presos. El resultado práctico es la división del gremio, su debilitamiento y el
caro favor que le hace a la reacción, como ya lo hizo destruyendo decenas de
sindicatos obreros que en algún momento controló, pero también desorganizando
al pueblo urbano y a los campesinos con su irracional prédica violentista.
Sendero Luminoso está ilusionado con el acatamiento de su huelga. Pero su
anarquismo es su propia derrota. Por un Lado, Huaynalaya y su grupo, expulsado
por traidor; por otro, Condori como nuevo grupo al mando de Oswaldo Esquivel,
quien viene desde la fundación del SUTEP y que fue el lazarillo de Huaynalaya,
pero hoy está en el Comité Nacional del MODAVEF dirigiendo a Condori.
La primera regla para dirigir una lucha es la unidad de quienes dirigen y
luchan. Si los que dirigen están divididos, simplemente están engañando a las
masas, pues sus problemas personales y de grupo las desorientan. En el caso de
los senderistas, los dos bandos aplican sus propias consignas sectarias contra
sus "enemigos internos".
Recuerdo mucho que en la huelga nacional de 1991 tuvimos tres sectores de
izquierda en el Comité Nacional de Lucha, uno de ellos, los delegados
senderistas; pero nunca dejamos de estar unidos contra la política del
fujimorismo, aunque, para no olvidar su anarquismo, los senderistas no
quisieron acatar el levantamiento de la huelga a los 109 días, pero su número
se había reducido a una vereda en la Lima de aquel entonces, gritando para que
la prensa los escuche y diga que el SUTEP está dividido o que Sendero Luminoso
dirige el sindicato. Hoy veo a un parlamentario de Solidaridad Nacional que, en
aquel año, era uno de los que, desde un Canal de TV, repetía como lorito
semejantes mentiras.
El fracaso de Sendero Luminoso, en la lucha política y sindical, no se dará
porque le repriman de la peor manera, sino porque sus concepciones sobre la
lucha revolucionaria y la conducción del movimiento de masas son erróneas.
Deslindar con los senderistas obviando esas concepciones y solo insultándoles
de criminales carece de eficacia.
Y finalmente, las condiciones en que se encuentra el Perú propician también
la aparición y cierto desarrollo de movimientos anarquistas y hasta
"terroristas". El "terrorismo" como categoría política no
es un insulto sino la calificación de ideas y acciones que reemplazan el
accionar consciente de las masas con la actividad violentista, "heroica".
Como dijo Lenin a fines del siglo XIX, "ese no es nuestro camino".
El SUTEP no tiene apellido ni sustitución
Una mala costumbre de los anarquistas al interior del SUTEP es formar
grupos con nombre propio. En el caso de Sendero Luminoso, su organización fue
siempre la llamada "Coordinadora Clasista Magisterial", en la que se
aglutinaban otros grupos anarquistas. Esa fachada se desprestigió y fue
derrotada. Hoy han salido con el CONARE-SUTEP, pretendiendo asignarle el papel
de reconstructora del sindicato.
El CONARE no puede reconstruir nada, pues el SUTEP tiene una estructura
organizativa definida y una orientación clasista establecida desde su
fundación. Que se pueda reorientar su accionar para darle mayor contundencia
programática, que se requiera reorganizar sus bases en cada escuela, son tareas
urgentes y eso puede ser posible sin cambiar la estructura organizativa ni los
principios del sindicato.
El CONARE no está en condiciones de promover esas tareas, pues su propia
concepción anarquista es contraria a toda orientación sistemática. A lo mucho
podría tener hegemonía en algunos lugares, como lo tiene hoy, pero esa
hegemonía no fortalecerá al gremio; más bien facilitará su división y su
liquidación, como ocurrió en los casos que hemos mencionados.
En consecuencia, los maestros peruanos deben unirse más en torno a su
sindicato y, desde dentro, producir los cambios necesarios para dinamizar y
reorientar el trabajo organizativo, la lucha directa y la lucha pedagógica.
El destino del SUTEP no pasa por el CONARE ni por los grupos anarquistas
que se cogen de las banderas de sendero para pescar algo, como viene ocurriendo
con los trotzquistas del denominado Partido Socialista de los Trabajadores
(PST), que está llamando a plegarse a la huelga del senderismo.
Pero tampoco el destino del SUTEP podría estar en las manos de grupos de
derecha o afines, pues esos sectores han sido, muchas veces, aliados
ocasionales de los senderistas con la finalidad de "derrotar a Patria
Roja". Por los demás, son los culpables reales de la situación precaria de
los maestros, de la educación y del país, pues siempre han sido los gobernantes
de turno.
Iquitos, julio 23 del 2012
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