De: teo valderrama campos <valderrama_47@hotmail.com>
MAGISTERIO Y
VIOLENCIA POLÍTICA
El SUTEP es
la organización sindical que agrupa a más de 280,000 maestros que conforman el
magisterio peruano, de hombres y mujeres dedicado a la actividad educativa,
sembrando gérmenes de trabajo, estudio y superación en los jóvenes corazones
de nuestros estudiantes, a lo largo y ancho del territorio nacional. Los
maestros nos encontramos en los lugares más apartados y lejanos, provincias y
distritos, comunidades campesinas y comunidades nativas, llevando al pueblo el
mensaje de progreso, desarrollo y el cultivo de valores a nuestro querido Perú.
Para comprender el fenómeno de la violencia en las últimas décadas en
nuestro país, consideramos pertinente enfocar la problemática por cada período
de conducción gubernamental:
EL CONTEXTO
SOCIO ECONÓMICO Y POLÍTICO DEL FENÓMENO DE LA VIOLENCIA DE
LAS ÚLTIMAS DÉCADAS
1. Durante la
dictadura militar de Velasco Alvarado y Morales Bermúdez.
Desde su
fundación, el 6 de julio de 1972, en el Cusco, el SUTEP ha desarrollado duras
luchas por alcanzar las mejores condiciones de vida, de trabajo y de justicia
para nuestro pueblo. Tuvimos una dura lucha contra la dictadura militar de los
generales Juan Velasco Alvarado y Francisco Morales Bermúdez; período que
comprende hasta 1980, caracterizado por la aplicación del modelo capitalista,
basado en el «estatismo» y de reformas burguesas; autoritarismo,
centralismo y represión contra el magisterio y el pueblo; fueron los signos
distintivos del docenio de la dictadura. Nuestro accionar por desenmascarar,
resistir y derrotar a la dictadura militar estuvo a la orden de día; fue
protagónico a lo largo y ancho del país y durar te todo ese período de
significación histórica. Cabe recordar las movilizaciones, paros, tomas de
locales y huelgas, dando especialénfasis a las históricas Huelgas Nacionales
Indefinidas de 1978 y 1979, el gran Paro Nacional Cívico Popular del 19 de
Julio de 1977, que constituyeron hitos muy importantes para arrojar del poder a
la dictadura; lo que obligó a ésta a convocar a la Asamblea
Constituyente de 1979 y la apertura a la democracia burguesa, formal y
restringida.
2. Durante el
gobierno del Arq. Fernando Belaúnd Terry.
A partir del
28 de julio de 1980, en el segundo gobierno del Arq. Fernando Belaúnde Terry,
se produce un proceso de desmontaje de las reformas burguesas implementada por
la dictadura militar precedente, se profundiza el manejo fondomonetarista de
la economía y la aplicación de la recetas neoliberales «gradualistas» y
de reprimarización de la economía. Estas políticas, lejos de resolver la crisis
estructural e histórica del país, la agravaron; y la pobreza y extrema pobreza,
las desigualdades sociales, la explotación, el saqueo de nuestros recursos y
riquezas naturales; el entreguismo, centralismo y el pago de la oprobiosa,
inmoral e impagable deuda externa, fueron el caldo de cultivo para la
insurgencia del senderismo y del recrudecimiento y desborde del narcotráfico.
Se inician
las acciones violentistas y asesinas de sendero luminoso, organización
dogmático-militar que, en alianza con el narcotráfico, desató actividades
eminentementeterroristas, haciendo uso de métodos basados en la amenaza, el
terror y la muerte como los elementos fundamentales de su accionar,
supuestamente para lograr una nueva sociedad.
La violencia
de parte del Estado no se hizo esperar, aplicándose una política de
persecución, tortura y muerte a los trabajadores y al pueblo, con mayor énfasis
a las organizaciones estudiantiles, magisteriales, sindícales y populares. En
las zonas declaradas en emergencia, como producto del accionar violentista del
senderismo, el pueblo estuvo entre dos fuegos cruzados. Por un lado, del
ejército y la policía; y por el otro, del senderismo. Este fenómeno de la
violencia fue otro factor del proceso migratorio de la población campesina
afectada e involucrada a pesar suyo, a las grandes ciudades del país,
principalmente a Lima.
Durante el
quinquenio belaundista, el SUTEP fue víctima de persecución y represión por
parte de las fuerzas armadas y policiales bajo la acusación de «terroristas».
Al mismo tiempo, nuestro Sindicato enfrentó ideológica y políticamente al
senderismo, contra sus constantes presiones a la conducción mayoritaria del CEN
del SUTEP tipificándola de «electoreros», «revisionistas», «conciliadores», «traidores»,
etc. La disputa por las bases fue intensa, para lograr la hegemonía orgánica,
dado que según la concepción senderista, los sindicatos deberían estar al
servicio de la supuesta «guerra popular» y el«pensamiento Gonzalo».
Un contingente numeroso de maestros fueron detenidos y acusados falsamente de
terrorismo y, muchos de ellos, no debemos olvidar, fueron asesinados por el
ejército, la policía y el senderismo.
En estas
excepcionalmente duras condiciones, que nuestros ocasionales críticos «olvidan» o
desdeñan, el SUTER junto a nuestro pueblo pudo mantener su organicidad sus
banderas de lucha. Convencidos de la justeza y perspectiva histórica de
nuestra lucha, asícomo de lo absurdo, demencial y antihistórico de la aventura
senderista; persistimos indesmayablemente en la brega, de tal manera que era
constante y diaria la disputa de bases y el deslinde ideológico y político,
hechos que se daban en medio de la organización y lucha del magisterio, lucha
interna que se veía con mayor nitidez en los paros y movimientos
huelguísticos, como la Huelga Nacional Indefinida de 1984, medida de fuerza
que logró conquistar la Ley del Profesorado 24029 y el reconocimiento
legal del SUTER y al mismo tiempo aislar al senderismo en el movimiento
magisterial: con las ideas, la inteligencia y las masas; mientras que ellos
actuaban con el dogmatismo y prácticas militaristas y terroristas.
3. Durante el
gobierno del Dr. Alan García Pérez:
Durante el
gobierno del Dr. Alan García, se profundiza el fenómeno de la violencia en el
país. Su gobierno no sólo estuvo caracterizado por mayor militarización y
represión, la organización de las rondas paramilitares, genocidio en los
penales contra los detenidos por terrorismo, sino también por el incremento de
las zonas de emergencia; en suma, tuvo signos irrefutables de terrorismo de
Estado; fenómeno que complementaba la profundización de la crisis
socio-económica, la hiperinflación desbocada, recesión, disminución drástica
del poder adquisitivo de los trabajadores, incremento descomunal del pago de
la deuda externa. Se recrudecióe incremento el accionar senderista, en esta
ocasión con el concurso del Movimiento Revolucionario Túpac Amaru (MRTA),
también de carácter militarista. A diferencia de Sendero, que era un partido
con una línea ideológica, política y organizativa, el MRTA era un movimiento
inspirado en la justicia social, pero su accionar era eminentemente
militarista.
En esta etapa
Sendero Luminoso acentúa los asesinatos contra los dirigentes populares y del
magisterio. Su objetivo fue sentar bases políticas en el magisterio, lo que
pasaba inexorablemente por la disputa orgánica del SUTEP en sus diferentes
escalones, habiendo logrado sus objetivos parcialmente en algunas zonas y
lugares. Sus prédicas eran las mismas: cuestionamiento a la dirigencia nacional
del SUTEP por «electoreros»,«revisionistas», «capituladores», «aliados
del APRA»,«bomberos de la lucha armada», «traidores», etc. Para Sendero,
el movimiento magisterial y el sindicato debieran estar al servicio de la lucha
armada, vale decir al servicio de los propósitos de la guerra. Lograron
constituir el Movimiento Obrero y Trabajadores Clasistas (MOTC), y para el
sector magisterial el Movimiento Clasista Magisterial (MCM), como organismo puente
entre los maestros y las células de Sendero Luminoso. Utilizando las
denominadas «Escuelas Populares» como la forma de preparación
ideológica de sus futuros militantes, así como de su preparación en los
atentados, en las llamadas «Escuelas Militares». Afines de la década del
80, y esto se conocía por las pintas que realizaba, se disponía a «dar el
gran salto», que sugería cercar y tomar las grandes ciudades. En este terreno
realizaba campañas de difusión de sus planteamientos mediante tomas de los
colegios y universidades del país con el fin de ganar hacia su proyecto a la
juventud.
En este
contexto, el SUTEP a través de la conducción mayoritaria de los Comités Ejecutivos
Departamentales y Provinciales, supo deslindar, aislar y DERROTAR al
senderismo en su pretensión corrosiva, divisionista y liquidadora del
Sindicato. Sin duda, el deslinde ideo-político, la disputa organizativa fueron
aún más intensos; hechos que se constataban en eventos pedagógicos, orgánicos
y en el proceso de la lucha, vale decir en los paros, movilizaciones y
las huelgas de 1988 y 1990. Luchas que estuvieron orientados a las
reivindicaciones del magisterio y la modificatoria de la Ley del Profesorado,
conquistada a través de la Ley 25212.
4. Durante el
régimen de la dictadura neoliberal.
Durante el
gobierno de la dictadura de Fujimori -Montesinos, se ingresa en los primeros
años de la década de los 90 a una mayor ofensiva política e ideológica; con los
paros armados Sendero plantea su política del «equilibrio estratégico»,
donde suponía estar en igualdad de condiciones políticas y militares con el
gobierno y el aparato del Estado. El SUTEP desarrolló la Huelga Nacional
Indefinida del magisterio peruano el año 1991, cuya duración fue de 107 días,
lucha que no sólo enfrentó al gobierno encabezado por Alberto Fujimori,
sino también al senderismo, dado que la ofensiva del dogmatismo - militarista
de Sendero era fuerte, con amenazas, agresiones, atentados, asesinatos de
la dirigencia del SUTEP y la constante lucha ideológica y política al interior
de! movimiento magisterial. Finalmente fueron derrotados por la dirigencia del
SUTEP y las masas porque sus alternativas programáticas para los trabajadores,
el pueblo y el país eran inconsistentes, dado que su programa se resumía en
insultos, provocaciones, en «viva la guerra popular», «viva el
presidente Gonzalo», «Nuevo Estado», etc.
A partir del
autogolpe del 5 de abril de 1992, se abre otra etapa de dictadura
civil-militar, con predominio de las decisiones del Servicio de Inteligencia
Nacional, la fuerzas armadas y policiales, de carácter autoritario,
contrainsurgente y sanguinario; de manera que por un lado la violencia llega a
su cúspide, tanto de lado del senderismo expresado en los asesinatos de
dirigentes sindicales como María Elena Moyano, el atentado de Tarata en
Miraflores, y del otro lado, del Estado, con el accionar criminal del «Grupo
Colina» con la matanza de nueve estudiantes y un profesor de la UNE La
Cantuta, de Barrios Altos, el asesinato del compañero dirigente sindical de
Construcción Civil y de la CGTP Pedro Huillca Tecse, el accionar de las rondas
paramilitares. Los dirigentes del SUTEP fueron víctimas de atentados
criminales, como el Profesor Alfonso Valderrama; otros fueron asesinados, como
Norman Bedoya (Puno), Juan Corilloclla Rojas (Huancavelica), Justino Maza León
(Ancash), Marcelino Pachari (Azángaro-Puno), Aladino Melgarejo (Oxapampa-Pasco),
Tino López (Huancayo-Junín), Ledgar Muñoz Alvarado (Huánuco), etc. Además se
promulgó una Ley exclusiva para el magisterio de«apología del terrorismo»,
DI. N' 25880, se constituyóel tribunal de justicia militar para casos de
terrorismo, los jueces sin rostro, etc.
La crisis
interna del senderismo entre la «línea roja» y la«línea derechista» fue
minando su unidad interna, lo que trajo consigo la detención de contingentes
numerosos de dirigentes, cuadros y militantes de Sendero, hecho que se complicó con
la Ley de Arrepentimiento que promulgó el gobierno dictatorial, que
culminó en un poda masiva de senderistas por parte del Estado. La caída
del Jefe de Sendero Abimael Guzmán, junto a otros dirigentes del Comité Central,
el 12 de setiembre de 1992, fue un duro golpe al senderismo porque desarticuló la
máxima dirección política. Posteriormente, Sendero, con Abimael en la cárcel;
firma el Acuerdo de Paz con la dictadura de Fujimori; mientras tanto el«sector
rojo» de Sendero liderado por Oscar Ramírez Durand prosigue con la lucha
armada, y a finales de la década del 90 es apresado por la policía. Sendero y
el MRTA han sufrido una derrota política e ideológica, asícomo ha desacreditado
la revolución social en el Perú.
5.
CONCLUSIONES
1. La violencia
en el Perú tiene raíces históricas y estructurales; sus causas obedecen a
niveles de marginación e injusticia social, pobreza, extrema pobreza,
centralismo, autoritarismo y entreguismo.
2. La
violencia del Estado se desata cuando se pone en tela de juicio el sistema
socio-económico y político establecido, actúan en este proceso todos los
poderes del Estado, con mayor énfasis las fuerzas armadas, las fuerzas
policiales y grupos paramilitares organizados para tal fin.
3. La
violencia desatada desde el lado del senderismo y el MRTA, tuvo una concepción
subjetiva, dogmática y militarista del proceso revolucionario y el cambio
social en el Perú que terminó fracasando por no haber procesado un
programa acorde a nuestra realidad y haber aplicado métodos de muerte y terror
a la población. Ha desacreditado la revolución social y la lucha por la
justicia social y el socialismo en nuestra patria.
4. El
magisterio fue víctima de encarcelamiento, atentados, agresiones y asesinatos:
• Esteban
Flores Llanos (Tingo María - Huánuco), asesina-do por el Ejército.
• Aladino
Melgarejo (Oxapampa-Pasco), asesinado por el Ejército.
• Norman
Bedoya (Puno), asesinado por Sendero Luminoso.
• Juan
Corilloclla Rojas (Huancavelica), asesinado por Sendero.
• Marcelino
Pachán (Azángaro - Puno), asesinado por Sendero.
• Lédgar
Muñoz Alvarado (Huánuco), asesinado por Sendero.
• Tino
López (Huancayo- Junín), asesinado por Sendero.
• Justino
Maza León (Ancash), asesinado por Sendero Luminoso, etc.
• Teógenes
Alfonso Valderrama acribillado con 12 balazos por el senderismo, hoy es
símbolo de la lucha contra el terror y por la justicia social.
Son algunos
compañeros, entre otros tantos, que ofrendaron su vida en la lucha contra la
violencia del Estado y del dogmatismo militarista de Sendero, además de la existencia
de docenas y centenares de maestros que fueron acusados y encarcelados
injustamente de terrorismo.
5. El
Estado no ha resuelto la violencia social y política.Ésta persiste en el
desconocimiento de los derechos de los trabajadores y en el deterioro de la
vida de millones de peruanos; sumándose la delincuencia social, asaltos,
secuestros armados, el pandillaje, las barras bravas, entre otras.
FUENTE: http://suteprovincialtrujillo.blogspot.com/2012/11/magisterio-y-violencia-politica.html
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